viernes, 22 de abril de 2011

Infancia extrema

De pequeños nos daban vino con casera con las comidas, y cuando bebían y consideraban que debían emborracharnos con algo más potente, nos decían la mítica frase "sólo mójate los labios", y aúpa. Por no hablar de las propiedades curativas del moscatel o el anís en la infancia.


Nos fumaban en la cara y fumábamos en las bodas, si nos caía una del profe y se lo decíamos a nuestros padres, nos caía otra; en el coche podíamos ir saltando o entre siete más y la bañera la visitábamos el domingo...

Pero cuando un niño tenía la suerte de ir al circo, y encima al de la tele, y además resultaba elegido, también le pasaba esto:


¿Por qué este artista elegiría concretamente a ese niño?, ¿le notaría en la cara que reunía cualidades?

Dedicado en su integridad a la pequeña Wendy Sulca, que hoy cumple 15 años.

1 comentario:

  1. Je je...a mi me daban "quina Santa Catalina" con huevo crudo por las mañanas que, además de un poquito de alcohol que te alegraba la mañana parair al cole, se supone que el huevo te daba energía...jejeje...¡las cosas de la vida!
    Saludos.

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