lunes, 13 de febrero de 2017

Marcando diferencias

Cualquier ocasión es buena para hacer uso de este artilugio. En el trabajo, en el gimnasio, en casa, en la consulta del médico, en misa o en clase de yoga.


Pero ahora que llegan los carnavales, se nos antoja que también puedes recurrir a esto para darle más personalidad a tu disfraz.

Por ejemplo, si te disfrazas de cerdita, con esto no serás una simple cerdita, sino la clásica hucha de toda la vida.

En el caso de los hombres, eso sí, ojo, porque optar por este complemento puede ser más desconcertante si cabe.

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