¡Ah, los chinos!, ¡esos grandes patriotas! Aportan cada día su granito de arroz para que todo sea más fácil, y también más español. Se han preocupado, por ejemplo, de que no nos falte nuestro alimento básico: el pan.
Antes, si querías comer pan después de las cinco de la tarde, sabías que aquello iba a estar más tieso que la mojama. Y si el pan era de ayer, directamente te servía de arma blanca.
Gracias a los chinos, ahora tenemos pan caliente a cualquier hora del día, y de la noche. Puedes tener en casa pan de ayer, ¡pero de ayer por la noche!, y sigue siendo comible. Los chinos lo hacen a todas horas porque nos comprenden. Ellos ni siquiera comen pan, pero saben que nosotros metemos ahí salchichón y calamares.
Lo mismo ocurre con las banderas de España. ¡Pero si nos han salvado el Mundial los chinos!
Antes, si querías comprar una bandera tenías que ir al fútbol o a El Corte Inglés y gastarte una pasta. Pero gracias a los chinos, esos grandes patriotas, ahora tenemos banderas de España de cualquier tamaño a precios módicos. Igual el escudo que te ponen es el de Portugal, pero qué más da, si estamos al lado.
Y lo bien que vienen las tiendas de los chinos. Yo ya lo compro todo allí... y luego voy al Carrefour, a comprarlo otra vez.
Eso sí, en el Carrefour te vas y las cajeras no te dicen ni Pamplona, mientras que en las tiendas de los chinos, ellos siempre te despiden con una sonrisa y un cariñoso "taduego, galaxias", que uno se va de allí tan feliz con su destornillador, sus pilas, el gato que menea la pata y una cosa que no sabes para qué sirve pero brilla.
Un chino-vietnamita de París ideal para cenas románticas.
Además de las risas, que el cartelito tiene su cosa...jeje..
ResponderEliminarTe doy la razón con esto de los chinos, que si nos descuidamos esto del producto nacional se nos va a los suelos. Que levante un dedo quien no tenga algo comprado en un establecimiento chino, verdad?.