martes, 20 de diciembre de 2011

Dulce Navidad



Como cada año por estas fechas, ya es Navidad, tiempo de compartir alegrías, ilusiones, regalos, comilonas, décimos de lotería y secretos inconfesables.



Feliz Navidad :)

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Seres celestiales


Los extraterrestres cuando vienen se dejan ver siempre en Estados Unidos por la misma razón que aquí tenemos otro tipo de presencias: las vírgenes.

Pero un extraterrestre sería bien recibido en España. Incluso podría pasar desapercibido en un botellón, a priori uno de sus destinos más probables.

Por el contrario, si la Virgen se apareciera en una carretera del Condado de Bannock, Idaho, igual de bienvenida recibía una paliza que quedaría inmortalizada por la cámara de un coche patrulla.

En nuestro país un extraterrestre no se llamaría ET, Chewbacca, Wall-E, Alf o Yoda. La gente optaría por El Alien, El Bicho, Manolito, Tu Suegra o Pujol.

Otra cosa que no procedería mucho sería intercambiar nombres. No sonaría bien hablar de la Virgen de Crystal Lagoons, la Virgen de Times Square o la Virgen de Wichita, igual que chirriaría mencionar al alienígena de la Macarena, al de los Dolores o al extraterrestre de la Consolación.

Todo esto viene a que hemos comprobado que hay quienes se dedican a unir estas cosas y les salen historias fabulosas, como la que mantiene que lo que se aparició en Fátima era una nave espacial o la que afirma que fue un ovni quien guió a los Reyes Magos hasta Belén.

Es como mezclar dos sagas. Al fin y al cabo, todo viene del cielo.


Entradas relacionadas:
Un trabajo a mi medida, Un trabajo basura, Vivir como Dios (Qué malaprensa).

jueves, 1 de diciembre de 2011

Qué va


Hoy me ha pasado una cosa muy rara, una más, aunque esta vez no me ha costado un duro. Al contrario.

Me he encontrado una moneda de dos euros en el aparcamiento de un centro comercial. Entonces me ha dado por pensar: "Y si me encontrara un millón de euros, ¿lo devolvería?".

La reflexión ha sido fugaz: Si el dinero fuese de Botín, jamás lo devolvería. Pero si fuera de cualquier otro, salvo que el asunto causase muertes o algo así, tampoco.

Luego he ido a comprarme un kebab y he comprobado que estaba en lo cierto.

He pedido un menú de 6,90, lo he pagado con un billete de 50 y me han devuelto dos de 20, uno de 10, tres monedas de euro y una de 10 céntimos: 53,10.

El tío se ha dado la vuelta y yo me he callado como una puta, aunque al rato le he pedido picante. "Esto yo regalo", me ha dicho. "Y el resto también", he pensado.

Diez minutos en el centro comercial y me he ido con un saldo favorable de 5,10 más un menú de 6,90, algo inédito, y encima me han dado cambio de los 50 euros.

No sé qué tienen estos sitios, porque otra vez me encontré también dos billetes de 20 y uno de 10 en mitad del suelo de un local de kebabs de otro centro comercial.


Eso sí, después de cenar me he sentido fatal.

No ha sido por el remordimiento de haberme quedado con algo que no era mío, sino porque el kebab estaba asqueroso.

Tenían que haberme devuelto más pasta.

Entradas relacionadas:
La Cibeles.